NombrAND
Las marcas existen porque tienen un nombre que las identifican. Más allá de que el producto sea de primera calidad o se inviertan miles de euros en su promoción, si éste no tiene un nombre mediante el que el consumidor pueda identificarlos, será un proceso inútil. Por eso, es importante que a la hora de crear un naming se tengan en cuenta aspectos como el hecho de que, a lo largo de la vida de la marca, el nombre de la misma será el concepto más visto, más leído y más oído de una empresa. Es decir, el naming no solo identifica una marca, sino que permite que se le asocien una serie de características únicas que hacen distintivo al producto. La estrategia de branding corporativo, por lo tanto, irá muy encaminada a llenar de significado el nombre de marca. Escoger el más adecuado no es tarea fácil y requiere de un proceso técnico y minucioso.
Identificación de valores en la creación de una marca
En el proceso de construcción de una marca, antes incluso del momento de escoger un nombre, es necesario establecer e identificar los valores que se desean transmitir. Pueden ser una combinación de varios de ellos. Como, por ejemplo, los siguientes:
- Simplicidad: en los últimos tiempos se aprecia mucho la sencillez y el minimalismo. La máxima “menos es más” es el mejor ejemplo de ello.
- Transparencia: ofrecer la máxima información a los consumidores sobre el producto o servicio comercializado es otro de los valores que una marca puede escoger como bandera. La máxima información para que el consumidor escoja de forma correcta.
- Cercanía: una marca honesta siempre tiene un valor añadido a una que no lo es. Sobre todo, con el paso del tiempo, cuando los consumidores se percatan de las formas de trabajar de cada marca.
- Sostenibilidad: este es otro de los valores que más fuerza han cogido en los últimos tiempos. Una marca no solo tiene que estar comprometida con el consumidor. También debe estarlo con el medio ambiente y con el futuro de todos. Aspectos como el respeto a la naturaleza son valores que los usuarios cada vez tienen más en consideración y que, en última instancia, decantan la balanza a la hora de escoger una compra.
5 técnicas para escoger el naming de una marca
La creación de una marca no es sencilla, y más en el momento en el que un nombre debe ser escogido. Muchas personas no le dan la importancia necesaria a este momento, y después llegan las lamentaciones. Por eso, y para encontrar la inspiración necesaria, proponemos 5 técnicas mediante las que se puede elegir un naming original y adecuado. Son las siguientes:
- Derivación: esta técnica es muy recurrente, y consisten en añadirle un prefijo o un sufijo a una palabra ya existente para hacerla diferente y, por qué no, también original. Un ejemplo de ello puede ser Vueling o Aqualia.
- Composición: este es otro recurso muy usado por las marcas a la hora de crear un naming o un product naming. Crear una palabra nueva a partir de dos existentes, tanto del mismo idioma como de diferentes, es muy común. Por ejemplo, Facebook, Youtube o Pizzarapid.
- Descontextualización: es probablemente la opción más difícil, pero un ejemplo de que si se logra realizar una buena estrategia de branding, el nombre de la marca puede acabar desbancando al propio significado de la palabra. Un ejemplo de éxito puede ser Apple o incluso Windows, dos de las marcas más importantes del momento.
- Siglas y acrónimos: BMW, BBC, INTEL…son ejemplos de marcas que han originado su naming a partir de las siglas o acrónimos de otras palabras.
- Onomatopeyas: aunque no es el recurso más habitual, escoger el naming de una empresa a partir del sonido que algo característico de lo que vende o produce, es una buena técnica. Ejemplos pueden ser Twitter, Muác y Hop.
En conclusión, escoger un naming es muy importante para el futuro de una marca. Por eso, dejar en manos de profesionales la realización de ese proceso es la mejor forma de no hipotecar el futuro de nuestra marca.
