5 casos de éxito del naming promocional

En nuestro artículo “Dar nombre a las promociones” comentamos las ventajas y desventajas de jugar con el naming para hacer más atractivas las promociones del producto. Si se trabajan correctamente las líneas creativas y estratégicas de la campaña, este recurso puede aportar notoriedad y recordación a la marca, constituyendo una práctica de éxito contrastado.

Son muchas las campañas promocionales que se valen de juegos de palabras, pero no todas consiguen el éxito deseado. No obstante, aquellas que calan en la mente del consumidor haciendo interesante el mensaje, obtienen el grado de notoriedad necesario para que se recuerde la marca y, no menos importante, se incrementen sus ventas.

Entre algunos ejemplos recientes encontramos:

  • Grimaldiza tus vacaciones”. En este caso, el nombre de la marca se convierte en un verbo orientado a la acción. El hecho es que se transforman unas vacaciones “corrientes y molientes” en una experiencia de primera línea, donde se deja entrever las ventajas que aporta la marca: cruceros de última generación, expertise en el servicio, y máximo servicio para un pleno disfrute.

  • “Practica el donetting”. Por poco que se conozca la marca, es fácil intuir que el hecho de abrir una caja de donetes traerá consigo un innumerable abanico de sensaciones positivas: compartir con los amigos, conocer gente nueva… en fin, transmitir buen rollo.

  • “¿Ollywoo?” Así se promocionaba el inicio de emisiones del canal de televisión temático “Canal Hollywood”en Alta Definición. En este caso se jugaba con el nombre para ejemplificar que Hollywood debe mostrarse en todo su esplendor. Y se consiguió jugando de un modo muy creativo con las letras que le faltan a la palabra, que al mismo tiempo son el acrónimo de la tecnología de la alta definición (HD).

Retrocediendo en el tiempo, encontramos más ejemplos de marcas que consiguieron, en su momento, hacer más notorias sus campañas jugando con el nombre:

  • Revolvolution”. Algo estaba pasando en Volvo. Se estaba desterrando la imagen de un coche de corte clásico, que había basado su ventaja competitiva en la seguridad. Para abrirse un nuevo hueco en el mercado, se debía apostar por mostrar renovación en los diseños y en las actitudes, haciendo más atractiva la marca para nuevas generaciones de compradores. No hacía falta un cambio, sino una revolución.

  • Claro, Calvo”. Está claro que si pensamos en atún (claro), Calvo es una de las marcas de referencia. El hecho de relacionar calvos simpáticos e inteligentes con una marca de nombre a priori no muy relevante, aportó una nota humorística e irónica que normalizó el nombre y le aportó memorabilidad.

Son, todas ellas, ejemplos de campañas que han optado por jugar (y también jugársela) con el nombre de la marca, asegurando el tiro gracias a una buena estrategia creativa y a una gran habilidad de combinación semántica. Porque el que sabe nombrar, Nombra.

 

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