En el artículo anterior comentamos la importancia de la gestión de marca en una estrategia comercial exitosa. Nombramos, por ejemplo, aspectos tan importantes como la forma en que deben diseñarse los nombres de marcas, la hoja de ruta del branding corporativo o el packaging con el que nos vamos a presentar a nuestro público. Pero además de esos aspectos tangibles existen muchas otras normas, a veces no tan evidentes, que son importantísimas para garantizar el éxito en la gestión de una marca.
Como hemos dicho, en el post anterior confeccionamos los primeros 10 mandamientos de una gestión de marca exitosa. Y ahora, continuaremos con otros 5 que no son menos importantes. ¿Preparado?
¿Por qué es tan importante gestionar una marca de forma correcta?
Antes de enumerar el listado, es necesario remarcar algunos de los beneficios que se consiguen gestionando de forma apropiada las marcas. Y es que, más allá del factor económico, ser capaz de posicionar los nombres de marcas de las compañías en la mente de los usuarios también es importante desde un punto de vista reputacional.
Por eso, realizar una estrategia de branding corporativo adecuada puede beneficiarnos en muchos aspectos:
- Reducir los riesgos derivados de las fluctuaciones naturales del mercado, así como de los costes de las operaciones que realice una marca a lo largo de toda su vida
- Contar con un nombre de marca potente facilita la relación con accionistas y acreedores, hecho que, a la postre, facilita el éxito comercial
- La estrategia de una gestión de marca exitosa debe ser integradora y sobre todo tener una perspectiva global. La internacionalización es uno de los objetivos a largo plazo y contar con un naming que se ajuste a las diferentes audiencias desde el principio es un valor añadido
- Contar con un prestigio de marca alto es también sinónimo de contar con los mejores empleados, ya que éstos se sentirán atraídos y querrán trabajar en la empresa
Otros mandamientos a tener en cuenta en la gestión de marca
A continuación, os dejamos la continuación del post anterior, que comenzó por describir la lista de los 10 mandamientos para una gestión de marca exitosa:
- El color: por norma general, es recomendable utilizar un color diametralmente opuesto al que utilice el competidor principal del mercado al que nos queramos incorporar. Además, hay que tener en cuenta que los colores, igual que ocurre con los nombres de marcas, también significan cosas que no siempre se adecúan a lo que queremos transmitir. Por eso, es importante contar con profesionales que estudien el mercado y tengan claro cuál es el color más representativo en una categoría de mercado concreta. La marca Kodak, por ejemplo, es amarilla. En cambio, su principal competidor – Fuji – es verde.
- Fronteras: una marca nace en un lugar concreto, pero su pretensión y personalidad debe ser global. Por eso, al realizar una estrategia de branding corporativo las marcas deben de contar siempre con la posibilidad, en un futuro, de expandir su mercado a otros países. En ocasiones, además, la procedencia de las marcas añade un valor adicional a los productos. Por ejemplo, los relojes suizos, los coches alemanes (quizás ahora no tanto) o la tecnología japonesa son un ejemplo de este prestigio añadido. La gestión de marca en este aspecto es fundamental.
- Coherencia: la estrategia de las marcas no debería cambiar a lo largo del tiempo. Se trata de escoger una hoja de ruta desde un punto de vista del branding y no desviarse de ella, sobre todo desde el momento en que están bien asentadas en la mente de los usuarios. Se puede, por supuesto, introducir pequeños matices. Pero los nombres de marcas, el tono de voz, el mensaje o la política empresarial no debería cambiar.
- Cambiar la marca: tal y como se ha comentado en el punto anterior, no es algo deseable. Aunque hay determinadas circunstancias que pueden llevar a ello – un debilitamiento de la marca, su inexistencia o que se encuentre en un sector poco dinámico – es necesario tomarse este proceso con mucha calma, ya que es complicado. Sobre todo porque los usuarios pueden llegar a modificar la impresión que tienen al escuchar determinados nombres de marcas o al ver un logotipo, y ese hecho puede perjudicarnos gravemente – principalmente si en el imaginario de nuestro público ya estábamos bien posicionados -.
- Singularidad: este otro criterio se relaciona directamente con el enfoque único que debe tener la gestión de marca. Es decir, cuando pensamos en diferentes nombres de marcas debemos ser capaces de relacionar su actividad comercial con un único producto o servicio. Querer diversificar demasiado una actividad genera confusión entre el público, y por lo tanto, menos identificación.
En conclusión, las marcas deben seguir un criterio estable en su estrategia de branding corporativo. Por eso, contar con profesionales que indiquen el camino a seguir para posicionarse en la mente de nuestro público objetivo es lo más recomendable para la gestión de marca.