Algunas empresas no creen en la capacidad que puede tener un nombre para llegar al estrellato más absoluto. Pero está demostrado que un naming original y creativo puede con todo, hasta con las ganas de resistirse a pronunciarlo. Y es que todos hemos caído alguna vez en la tentación de pronunciar nombres de marcas extraños solo por el hecho de reírnos, por ver si los pronunciamos bien o simplemente porque nos han llamado la atención de una manera exagerada. Ese es precisamente el objetivo de las técnicas de naming: la diferenciación mediante un verbal branding distinto y rompedor.
Los nombres de marcas en la actualidad
En la actualidad, podemos encontrar muchos ejemplos de nombres de marcas que se han decantado por este tipo de técnicas a la hora de bautizar sus nuevos productos. La utilización del spanglish, por ejemplo, es un ejemplo de esta nueva tendencia a la hora de crear nombres de marcas. La compañía de aerolíneas Vueling fue pionera en este aspecto, ya que no solo utilizó por primera vez un vocablo inventado procedente de dos de los idiomas más hablados en el mundo, sino que también revolucionó todo su mensaje. El verbal branding, que es como se conoce a los aspectos lingüísticos relacionados con la estrategia de marca de una compañía, pasó a ser la seña de identidad de la misma logrando hacerse un hueco en el mercado de forma rápida. Este hecho se consiguió precisamente por la originalidad y carácter disruptivo del nombre, que no dejaba indiferente a nadie que leyera los enormes paneles publicitarios por las calles que decían algo así como “Vuela from Barcelona desde only 30€”. ¿Quién no se sorprende con algo así?
Esta tendencia, que con los años se ha visto reforzada a la hora de crear campañas publicitarias de todo tipo, ha experimentado un gran auge en los últimos dos o tres años. La razón es el aumento de peso del público de habla hispana entre los intereses de las grandes marcas, que ven en el mercado sudamericano una oportunidad de negocio aún sin explotar. En EEUU, por ejemplo, es ya habitual encontrar marcas como ESPN, Coronita o Dish utilizar diferentes idiomas para publicitarse o incluso hacerlo con el ya mencionado spanglish.
Con este tipo de técnicas para crear nombres de marcas tanto el messaging como el verbal branding se ven reforzados de forma inmediata, ya que se potencia el tono – generalmente distendido, desenfadado y divertido – y también la forma de transmitir una idea de marca. El secreto de Vueling fue precisamente eso: la capacidad de entrar en un mercado muy competido y ganarse rápidamente la confianza de los pasajeros gracias a su estrategia de marca. El naming escogido, por supuesto, tuvo mucho que ver en ese proceso. Y es que por norma general, cuando una marca sabe dirigirse de la forma adecuada al público objetivo al cual está orientado su producto, las probabilidades de éxito se multiplican. Primero porque los usuarios saben que la marca utiliza su mismo lenguaje y sabe transmitir sus inquietudes. Y segundo, porque la percepción mental positiva que tienen los consumidores de una marca en concreto es mucho más fácil de conseguir mediante este tipo de técnicas para crear nombres de marcas.
A pesar de todo, esta clase de estrategias de branding a la hora de crear un nombre de marca deben implementarse con sumo cuidado y habiendo hecho un estudio de mercado antes del lanzamiento del producto. Conocer a la competencia, así como las necesidades de nuestro público, son aspectos importantísimos que deben realizarse de forma previa mediante los medios adecuados.