¿Alguna vez te has preguntado el grado de dificultad que tiene ponerle nombre a las cosas? Y no hablo de elegir nombre para un hijo – que aun así, entraña más de una dificultad y disputa familiar -, sino de crear un naming rompedor, original, atrevido y exitoso para una marca. ¡Buf! ¡Qué presión conseguir reunir en una sola palabra todos esos calificativos! Pero a pesar de lo que pueda parecer, crear un naming de éxito no es tan difícil si uno se pone en manos de profesionales con un bagaje considerable detrás.
Sin duda, el principal escollo a la hora de elegir un naming ya sea para una empresa, un producto o un servicio determinado, reside directamente en la complejidad de imaginar ese nombre de marca fuera de contexto. Dicho de otra manera, el proceso creativo se complica porque muchos de los namings que se barajan en un proceso de elección están desprovistos de la imagen gráfica de la que van a ir acompañados. Es decir, un naming de un paquete de galletas no lo puedes visualizar con el nombre estampado en el packaging ni tampoco puedes experimentar la sensación al ver ese nombre de marca expuesto en las estanterías de un supermercado. Ese hecho, implica una gran dificultad añadida a la hora de escoger un naming adecuado para una nueva marca.
Pero a pesar de los imprevistos que podamos encontrar en este tipo de situaciones, siempre suelen establecerse una serie de tendencias fácilmente identificables. Algunas de esas tendencias dependen mucho de la época y el contexto, y aunque no difieren mucho a lo largo del tiempo sí que van variando claramente de importancia. Las principales, a día de hoy, son las siguientes:
- Una de las tendencias actuales es la simplicidad de los nombres de marcas. Algunas de las principales ventajas de escoger un naming que sea simple son las siguientes: facilidad a la hora de pronunciar el nombre, facilidad a la hora de entender el naming y, sobre todo, una gran agilidad a la hora de recordarlo. Y este último punto es, al final, una de las claves del branding corporativo.
- Tendencia a potenciar las emociones en el naming. O, dicho de otra forma, es más habitual ver en la actualidad que se forman nombres de marcas con las palabras “amor” o frases emocionales como “la vida es bella”. Aludir sentimientos positivos es otro de los grandes elementos que un naming debe tratar de reunir, sobre todo para quedar grabado a fuego en la psique de los consumidores y ser fácilmente reconocido, así como rápidamente relacionado con valores intangibles de un gran valor afectivo.
- Tendencia hacia el naming ecológico y socialmente responsable. En la actualidad, las nuevas generaciones – conocidas popularmente como millenials – han cambiado su forma de ver el mundo. Ahora, este tipo de consumidores apuesta más por marcas que respeten el medio ambiente, que tengan algún tipo de responsabilidad social o que, básicamente, tengan una ética profesional admirable. Este hecho ha provocado que muchas marcas opten por crear nombres de marcas en los que incluyen palabras como “zero”, “social” o “ecology” junto al naming principal.
- Tendencia a mencionar algunos de los componentes de los productos o la tecnología utilizada. Y es que, aunque no lo parezca, nombres científicos pueden acabar asociándose a una marca de forma positiva. ¿A quién no le suela el ácido acetilsalicílico para las aspirinas? O, por ejemplo, ¿el L-casei inmunitas de Danone? Este hecho es diferenciador y dota a la marca de una mayor complejidad, que acabo por traducirse en una mayor confianza de los usuarios.
- Tendencia a crear un naming con connotación tecnológica. Los famosos 2.0, palabras relacionados con la empresa y la tecnología en inglés…todas esas elecciones responden a la necesidad de las marcas de potenciar ese componente de modernidad que tanto valoran los consumidores.
En conclusión, crear un naming es una tarea compleja que requiere de un proceso creativo abstracto. A pesar de todo, se pueden establecer una serie de pautas como las mencionadas anteriormente, que sirven de referencia para aquellos profesionales que quieran aventurarse en la creación de nombres de marcas para sus productos o servicios. Aunque, si no lo ves claro, mejor que acudas a la ayuda de profesionales. ¡Tu éxito depende en gran medida de este momento!