A menudo llama gente a la compañía pidiendo un presupuesto de naming.
- Hola, quiero montar un negocio y no sé cómo llamarlo. Tengo algunas ideas pero el que más me gusta está cogido.
- Hola qué tal, ¿cómo nos ha conocido? ¿Por internet? ¿Conoce algo de nosotros y cómo es un proceso de naming profesional?
- Sí, buscando en Google… No, la verdad es que no sé muy bien cómo funciona… Una empresa me dio una lista de nombres por 80€ pero no me convencen y el que me gustaba lo tiene cogido otra empresa…
El trabajo pedagógico, a los pequeños emprendedores y empresarios que se dan de bruces con la dura realidad del naming, es un trabajo que hago de mil amores. Este tipo de clientes, desgraciadamente, rarísima vez acaba contratando una consultora especializada pero:
- es mi obligación atenderle amablemente y explicarle el valor de lo que hacemos, y
- quizás en algún momento se den cuenta de que sí necesitan expertos.
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Nos han llamado de negocios de lo más variopintos: clínicas estéticas, fabricantes de frutos secos, tiendas online de cualquier cosa… Suelen tener en común que quieren un nombre que explique exactamente lo que hacen… el problema es que lo que hacen es lo mismo que muchos otros, que estaban antes, y que ya se han quedado con los nombres descriptivos de la actividad.
Hoy en día se repite hasta la saciedad que las marcas no pueden centrarse exclusivamente en características descriptivas y racionales de los productos y servicios. No solo a nivel de naming y no solo porque el nombre lo tenga otro, sino porque hay muchas otras formas de decir que vendes nueces de cultivo ecológico, que a través del naming llamándote Econuez, además de que debes decir muchas otras cosas. Además ¿y si mañana vendes también garrapiñadas?
Las marcas deben basar su propuesta de valor en un punto de vista propio sobre su sector. No basta decir qué haces sino cómo lo haces que te hace ser distinto o preferible sobre otros fabricantes de nueces ecológicas. A la hora de pensar el nombre, como principal punto de contacto de la marca, ¿por qué dejarlo ajeno a esa diferencia competitiva?
Tu nombre de marca debe ser sencillo
Por supuesto existen muchas razones de peso que hacen bueno que tu nombre se asocie fácilmente a tu actividad. Ahorra en comunicación, puede hacerlo más fácil de recordar, puede ser bueno para el posicionamiento en internet… He oído a mucha gente recomendar que tu nombre de marca sea lo más genérico posible para que así tu dominio responda a palabras clave del sector y te encuentren más y mejor… todofarmacia.com, farmaciaonline.com, onlinefarma.com… Vale, si busco una farmacia online está claro que es muy posible que Google me sugiera estas las primeras ¿pero eso es todo? Ponte que todofarmacia.com sea mucho mejor y se convierta en el líder. Hace mucha comunicación, genera un interés, pero cuando llegas a google a buscarlo… ¿cuántos podrían recordar que el que buscan es Todofarmacia y no Farmatodo?
El problema de los nombres excesivamente descriptivos o genéricos es que todo tu esfuerzo se diluye y reparte. Estás haciendo un esfuerzo por el sector en general, no por tu marca. Si uno hace una potente campaña en TV para fomentar la compra on line de productos de farmacia llamándose farmaciaonline.com, lo que conseguirá es que la gente busque farmacias on line, no su farmacia on line… Aunque por supuesto no todo es el nombre de marca y además del naming tengamos muchas otras formas de distinguirnos.
La clave del naming está en el equilibrio
Busquemos el término medio. Está claro que las palabras fácilmente identificables, nombres que se entienden porque suenan a las cosas que ofrecen, facilitan caminos, pero también necesitan tener elementos distintivos, que las diferencien y hagan destacar, que permitan construir una personalidad propia…
Por ejemplo, la red social Facebook no es un libro de caras. Los facebooks es como llaman a los anuarios en las universidades americanas. Pero Facebook no es un anuario, y el nombre suena a álbum de fotos más que a todas las posibilidades que esta red ofrece… sin embargo la comprensión y pertinencia del nombre es evidente, sencilla…
Lo mismo que pasa con Whatsapp. No te dice que es un chat, pero la utilización de la expresión what´s up te dice que siempre podrás saber de tus amigos fácilmente, tan fácil como decir ¿qué pasa contigo? Y que es una app. No es fácilmente olvidable.
Obviamente el caso de Whatsapp es buen caso de nombres asociativos, muy apropiados en cuanto a significación, pero, quienes no supieran nada de inglés seguro no saben ni sabrán escribirlo jamás y la mayoría hemos acabado acortándolo a el Whats, el Guasap, el Wass o incluso el Guasa. Pero te aseguro que si buscas Guasap en la Applestore no te costará dar con la app. No hay que tenerle tanto miedo a que la grafía o pronunciación de un nombre no sea 100% evidente. Por supuesto, y nuevamente, el nombre no lo es todo. Los iconos y logotipos son fundamentales para complementar al nombre pues, ante la duda, esta imagen aclarará fácilmente que hemos encontrado lo que buscamos. Pero este es otro tema.
El éxito de una marca depende de muchos factores, el nombre es solo uno de ellos pero es el elemento de la marca que mayor capacidad de representación de la misma tiene. Si te equivocas con el nombre no podrás cambiar sin invertir mucho o sin dejar atrás todos los logros y esfuerzos pasados por dar a conocer la marca… Por tanto, antes de decidir que tu nombre es el responsable de decir qué haces, piensa si no puedes darle un papel más relevante en la construcción de los significados y diferenciación de tu marca.
Imagen destacada: El Roto (Andrés Rábago).