Hay ocasiones en que la novedad del producto necesita de una explicación y una descripción previa de sus atributos, beneficios y bondades varias, lo que va a llevar a la elección de nombres de tipo descriptivo. Este hecho responde ante la necesidad humana de recibir información inmediata para rebajar la ansiedad ante algo nuevo, desconocido… ante una situación imprevista que nos saca de nuestra zona de confort. En otras palabras, la búsqueda de una de nuestra necesidades más básicas: la seguridad.
Por otra parte, cuando estamos creando marcas en un mercado sobresaturado puede ser vital dotar al nombre de una identidad claramente diferenciadora. Por esto, la clave de la notoriedad y el posicionamiento va a ser dotar el nombre de personalidad, impacto, y el poder de romper con lo establecido.
Para ello, el tipo de nombre elegido en estos casos deberá tener un carácter más evocativo para transmitir aquello que se quiere comunicar, o incluso, en función de las circunstancias, se optará por nombres abstractos que a través de su sonoridad nos trasladen al territorio de los valores, misión o visión de la marca.
Así, tocará elegir entre nombres que priman la descripción tipo Duracell o RayBan (literalmente pantalla contra el sol), como referentes internacionales, o Edusfera, Bocadelia o Bio-Response en el ámbito nacional… u optar por nombres impactantes que se desmarquen de las líneas más ortodoxas, como Yahoo o Xerox a nivel internacional, o Ysios e Innú como referentes nacionales.
Así pues, la reflexión pasará por definir la estrategia de la elección del nombre en función de la necesidad de describir o de desmarcarse, sin olvidar otros aspectos clave como la permanencia del nombre en el tiempo, la facilidad de pronunciación y su sonoridad, entre otros.
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