Los factores lingüísticos tienen un gran impacto sobre la estrategia de branding corporativo de las empresas. Así, el naming de un nuevo producto de marca, o incluso el eslogan que utiliza para resultar más atractivo de cara al cliente, cuentan de una manera muy significativa. A pesar de todo, el eslogan no siempre potencia las mejores cualidades de una marca, aunque lo intente. En este blog siempre hemos defendido la necesidad de diseñar estrategias de branding con ética, en las que la marca siempre ensalce mediante su estrategia de imagen de marca aquellos aspectos que realmente lleva a cabo. Solo de esa manera se pueden crear una serie de valores intangibles entorno al naming o al eslogan que potencian la perspectiva del usuario mediante una mayor confianza, seguridad o expectativas cumplidas.
¿Qué ocurre, por lo tanto, cuando un eslogan no se corresponde con la realidad?
Las empresas son lo que hacen, pero también lo que dicen que hacen. Por eso, la elección de un eslogan llamativo comercialmente puede ser un arma de doble filo que perjudique a nuestra imagen de marca de forma significativa. Existen ejemplos dentro del mundo del branding en el que un eslogan jugó una mala pasada a más de un empresario. Por ejemplo, la cadena de hoteles Holiday Inn, cuyo eslogan decía algo así como “Sin excusas. Garantizado”, pudo encontrarse con alguna queja inexcusable. El eslogan suena muy bien, pero a la hora de la verdad, es necesario que esa frase corporativa diseñada para potenciar el branding de una marca se corresponda con el servicio real que ofrecen los empleados. Y es que, en muchos casos, existe una gran disparidad entre lo que una marca dice que hace y lo que realmente lleva a cabo.
Por eso, antes de poner en marcha campañas de branding corporativo encaminadas a potenciar los valores de la marca, es importante asegurarse de que las expectativas creadas en esa estrategia corporativa se podrán cumplir en el día a día.
Razones para no utilizar un eslogan equivocado
Entre los expertos en naming y branding verbal existe una máxima: “no mientas asegurando aquello que no puedas cumplir”. No les falta razón, y más teniendo en cuenta que puede convertirse en un arma de doble filo difícil de corregir. Entre algunas de las peores consecuencias de utilizar un eslogan inadecuado, figuran las siguientes:
- Pérdida de la confianza de los clientes, que al fin y al cabo, es el activo más importante de una marca. Gracias a la confianza que depositan los usuarios en una marca, ésta puede crecer de forma sostenida en el tiempo y crear una comunidad de consumidores fieles a largo plazo. Decepcionar con mensajes erróneos y engordar unas expectativas irreales no hace más que perjudicar a la estrategia de branding corporativo de la marca.
- Pérdida de presupuesto publicitario, aunque suene algo frío, esta es otra razón para no mentir en una campaña de branding. El naming o el eslogan deben reflejar aquello que la marca es. Crear expectativas irreales supondrá un desastre presupuestario que no repercutirá en el éxito comercial de la marca. Más bien al contrario.
El servicio de los empleados, por lo tanto, es básico para mantener la lealtad y confianza de los consumidores. El branding corporativo, así como las estrategias de verbal branding mediante el naming o el eslogan, persiguen potenciar ciertos aspectos. Pero nunca hay que olvidar que el trato con el cliente acaba siendo la mejor imagen de marca posible.
Contar con profesionales que te asesoren a potenciar la identidad de tu marca mediante el verbal branding es una excelente opción para llegar al éxito.