Labor “social” loable y muy necesaria la que realizan las instituciones financieras que ayuden a hacer líquido a los ciudadanos al poder empeñar objetos valiosos y de joyería en momentos difíciles (préstamos por oro). Otra discusión sería lo que se llevan en comisión.
Parece que ahora el fenómeno Monte de Piedad, resultado de las fusiones bancarias y de cajas, y ante el fulgurante aumento del “compro oro y plata”, está reviviendo por momentos. Ello hace que alguna institución se plantee abrir o potenciar esas oficinas. Estamos hablando de decenas de miles de personas con un saldo vivo total de varias decenas de miles de euros…
Pero… ¿Y el nombre Monte de Piedad? ¿Alguien ha pensado cómo se ha de sentir el que entre en un Monte de Piedad?. ¿El próximo paso será ya la crucifixión? No tiene ni pies ni cabeza y socialmente no parece muy adecuado. Una vez más el nombre pilla de imprevisto a nuestros gestores. Con las iniciativas modernas, actuales y socialmente responsables que hay en banca y con los grandes grupos financieros que hay detrás de estos Montes de Piedad, aun se entiende menos.
¿Y alguien se preguntó qué pensarán los suizos, ingleses, franceses o alemanes de esto? … porque ya aparecen en los titulares de nuestra prensa. Para ellos desde luego se confirmaría la última portada del New York Time sobre España.
¿Y nuestra marca País? Porque Montes de Piedad los hay por todo el país (en Barcelona, Madrid, Sevilla y Canarias…).