Pocos sectores apuestan en su mix por el naming como el sector impulso. Concretamente las bebidas energéticas son un excelente ejemplo cuando debe comunicarse de forma rápida y efectiva la vivencia y la experiencia de la marca en una sola palabra – en este caso emocionante – que se podrá disfrutar al consumirla.
Es la apuesta por una palabra: un solo tiro y una oportunidad para seducir
Y todo un reto para los especialistas del naming y el lenguaje. Porque los nombres también crean magia.. Y si no vean Burn, Monster, Cocaine, Adrenaline, Red Bull, Full Throttle, Pitt Bull, Toro XL, V, Kaos, PinkFish, Shot, Contact… Son algunos de los ejemplos de vivencias que prometen: vivencias que identifican al target y que a la vez lo reflejan.
El análisis semiológico, fonético y semántico de estos nombres les vincula a significados más o menos directos como fuerza, energía, carga, chute, actividad, desorden, enigma o misterio. Algo propio y relevante para un target rebelde o retador y de las diversas circunstancias de la noche, el ligue, el ponerse en marcha, arrasar, aguantar o el frenesí y la pasión. El imaginario es pues rico, diverso, inspirante y seductor.
Desde el punto de vista morfofonético suelen ser nombres directos, contundentes, sorprendentes que “descolocan” al personal, con carácter y con mucha fuerza. Abundan las consonantes, especialmente las fricativas, enfatizantes y cortantes, que modulan la energía de salida que provocan hacia una pronunciación poderosa y fuerte.
Desde la colorimetría asociada a los nombres y sus posicionamientos abundan los rojos, negros, amarillos y naranjas. Todo colores muy vitales y arrasadores de fuego y energía (que queman), con fuertes contrastes cromáticos, preferentemente nocturnos de fondo. Y cuando no, los nombres y los iconos expresan fuerza (Red Bull).
En sus iconografías abundan las llamas, las chispas, los fogonazos, los rayos, lo eléctrico y el fuego.
Las bebidas energéticas nos muestran como a partir de un nombre y su potencia comunicativa se inspira todo un concepto, la comunicación, la identidad visual y sus expresiones, casi hasta “dibujando” el target y sus momentos asociados. Una bomba. Construyen marcas fuertes. Son el centro y el corazón y el sentido de las marcas y los envases.
Son la apuesta fácil, directa y asequible que abre nuestras mentes. Molan… ¿Por qué nos cuesta tanto innovar en naming en sectores tan dinámicos como este, cuando sus retornos pueden ser tan diversos y enormes?