Tras sorprendernos (…ya años atrás) con el naming de su valiente CUENTA NARANJA (vinculando hábilmente el nombre con su color corporativo en el lanzamiento de su marca), y luego con la sugerente promesa del “FRESH BANKING” (otra manera de hacer banca), hoy ING DIRECT nos presenta a nivel promocional de producto lo que son los “SOÑALISTAS”, nombre que define el concepto de un soñador que hará realidad sus sueños al contratar un plan de pensiones.
Es este un nombre acuñado que trasciende al propio naming como descriptivo con una motivación idealizada del target (cumplir tus sueños cuando te jubiles), a la vez que presenta las ventajas del producto, además con bajas comisiones (un ahorro realista). Su eje director: con ING Direct podrás hacer realidad tus sueños, como entrando a rebufo y en competencia con los sueños de la Lotería de Navidad. Todo un hábil reto en fondo, momento y forma antes de acabar el año expresado en una sola palabra.
Y si a esta última pertinente novedad le añadimos los manifiestos y el credo de la marca ING DIRECT, realmente podemos decir que ING DIRECT puede ser un buen ejemplo de lo que es el marcaje integral e integrado de una identidad verbal y visual de una marca, con el desarrollo progresivo de un naming y un lenguaje únicos, diferenciados, precisos, coherentes y de reinvención continua.
Un verbal branding potente como manera inteligente de construir y defender la marca a medio plazo y de ir reforzando sus valores, a la vez que a través del lenguaje construye nuevos conceptos y significados, además de nuevas y más amplias relaciones con sus prospects.
ING Direct es de las compañías que saben y reconocen el poder del lenguaje en sus expresiones de marca. Construyen un código, un tema, un tono y unos mensajes verbales que cuadran y se mantienen, reforzando así su territorio y franquicia de marca.
Volviendo al principio con la palabra SOÑALISTA, el nombre lo encapsula todo, es memorable y además es coherente en mensaje, narrativa y en tono de voz con ING Direct.
Se trata simplemente de objetivar y tener una estrategia verbal y saberla explotar, porque el precio de la creatividad es el mismo si la alineas con la estrategia de marca y marketing o no.
Bueno es saberlo y saber aprovechar la oportunidad cuando se presenta… y eso sólo depende de los gestores de la marca, sean empresas, creativos o consultores. La diferencia es que unos lo hacen y lo saben, y otros no.