“Una marca que no tiene nombre no existe”. Aunque pueda parecer una afirmación muy drástica, no lo es. ¿O a caso nos imaginamos a una persona sin un nombre con el que dirigirnos a ella? Con las marcas ocurre lo mismo, y más teniendo en cuenta el mercado tan competitivo en el que deben convivir para ganarse el respeto y la confianza de unos usuarios cada vez más saturados de productos y marcas distintas.
Años atrás, las denominadas marcas primitivas basaban su estrategia en los productos. En la actualidad, deben hacerlo en las experiencias. De ahí que la elección de un naming adecuado sea tan importante como la propia calidad del servicio o producto que se pretende comercializar. Por eso, existen diferentes pasos que deben seguirse durante el proceso de creación de un naming. Uno de ellos, por ejemplo, es el test de nombres, que proporciona una valiosa información de la percepción que tienen los usuarios de un determinado naming antes de que éste salga al mercado.
Pero, ¿a qué retos se enfrenta una empresa a la hora de crear su nombre de marca?
Los principales retos de la actualidad a la hora de crear un naming son, entre otras cosas, los siguientes:
- La saturación de los registros de marcas, hecho que complica la validez del naming escogido si otra marca ya lo registró con anterioridad.
- La continúa aparición de nuevos productos y empresas con los que competir. El factor diferencial, como el naming, adquiere por lo tanto una gran importancia a la hora de que los consumidores tomen una decisión sobre el producto a escoger.
- El nombre de marca debe además, comunicar una serie de conceptos que estén alineados con la estrategia de marca y con los valores de la misma.
- Es, por lo tanto, primordial no equivocarse. De ahí que realizar un test de nombres antes de lanzar al mercado una marca, un producto o un servicio sea imprescindible para analizar el grado de aceptación que éste tendrá.
Algunas de las razones por las que es mejor no equivocarse están directamente relacionadas con la pérdida de identificación, la connotación negativa que el naming pueda aportar, así como un impacto negativo a la construcción de la marca y a su propio valor en sí.
Por eso, y para evitar errores que después es muy complicado corregir con la marca en el mercado, es mejor realizar un test de nombres antes de hacerlo oficial.
También resulta muy útil, para evitar escoger un nombre de marca inadecuado, conocer la tipología de nombres dependiendo de las características del naming. Son los siguientes:
- Descriptivos: este tipo de naming describe el producto o servicio que se comercializa o la función que éste desempeña. Un ejemplo puede ser Airbus o La Caixa.
- Geográficos: como el nombre de la tipología indica, estos nombres de marcas hacen referencia al origen de la misma o a su área de influencia. Un ejemplo podría ser Banco Santander.
- Acrónimos: es un naming muy típico, y se extrae de las iniciales de las palabras que conforman el nombre de la marca. Como por ejemplo, IBM o EAE.
- Neologismos: se trata de palabras inventadas como el caso del naming de la videoconsola Wii.
- Nombres con ritmo: con pronunciación divertida y fácil de recordar, este tipo de naming es muy recurrente a la hora de escoger un nombre de marca. Un ejemplo podría ser Dunkin Donuts.
- Palabra foránea: naming creado a partir de una palabra extranjera, como el caso de Volvo.
- Nombre del fundador: en la actualidad es menos utilizado, pero resulta muy habitual ver marcas cuyo nombre es un apellido. Como por ejemplo, Disney o Lacoste.
- Personificación: son aquellos nombres de marca que provienen de mitos y leyendas antiguas, personificadas mediante un nombre. Un ejemplo claro podría ser Nike.
En conclusión, el proceso del naming es muy importante para el éxito de una empresa. Conocer los tipos de nombres de marcas que existen y saber qué nos aporta cada uno de ellos es importante. Aunque siempre se deberá realizar un test de nombres de marcas antes de hacerlo oficial, dada las múltiples informaciones que nos proporciona esta herramienta. Por eso, contar con expertos en la materia es siempre sinónimo de éxito.