La película (y obra de teatro) “EL NOMBRE“ (dirigida por Alexandre de La Patellière y Matthieu Delaporte), parece ser un magnífico caso de psicología antropológica o social para ilustrar lo que sucede cuando se crea una nueva “identidad” (en la película “EL NOMBRE”, el nombre de un bebé).
En “EL NOMBRE” aparecen de forma tremendamente real e ilustrativa las emociones en forma de incertidumbres, expectación, sorpresa, dudas, miedo a las críticas, percepciones subjetivas, defensas, ataques, disgustos… y algún que otro fantasma más… que influyen directamente en las expectativas. La búsqueda y selección de un nombre genera una dinámica de fuerzas subjetivas que en este caso han justificado hasta el tema central de una película.
Viendo este tráiler y la película tan ilustrativos creemos que no hacen falta más explicaciones.
Sólo un apunte: si estas situaciones, actitudes, percepciones y creencias ocurren en ámbitos familiares (entendemos más espontáneos, amistosos, considerados y de confianza…) y dónde los “decisores” se quieren… ¿qué pensar sobre lo que ocurrirá en nuestras formales organizaciones y empresas en un proceso de creación de marca dentro de un contexto más estratégico, político, profesionalmente exigente y económicamente implicante como el lanzamiento de una marca?
Y quizás ello nos lleve también a reflexionar acerca del porqué son necesarios profesionales en este campo (y no sólo creativos), sino acompañantes 360º que asesoren de principio a fin toda la gestión del proceso. Porque parece que viendo la película, el nombre o su marca (el guión) seguro que lo exigirá.
Es tan real como la vida misma.